08-03-2018 MARTES

El día comenzó en la parte alta de las cercanías de Rovaniemi, en el Lapland Hotels Sky Ounasvaara

Ounasvaara

Todos los alojamientos elegidos para este viaje, fueron espectaculares, con unas vistas increíbles desde la habitación que nos hacen sentir en el paraíso. O le cabe otro calificativo a ésto?

La sala de desayuno rodeada por las coníferas nevadas era impactante

Pernoctaríamos en Rovaniemi una noche más, pero no la haríamos en este mismo lugar, pero no hay prisa para desocupar la habitación, primero hay que salir a recorrer nuevamente los alrededores y disfrutar de esa magia invernal.

Porque nunca se sabe cuándo se puede tener una oportunidad similar a ésta y hay que capturar imágenes para atestiguar nuestro disfrute.

El sol iba subiendo con timidez, mientras observábamos estos copos gigantes en las ramas de los árboles

Como en días anteriores no le dábamos importancia al frío que sentíamos caminando entre esos árboles helados y en la cima de Ousnavaara.

Acá comienza o termina la aerosilla que transporta a los esquiadores, aún no había comenzado el movimiento porque era temprano.

Estas casitas que pertenecen al complejo del hotel son idílicas!

Santa Claus Village

Costó retirarnos del hotel, pero nos subimos al auto y regresamos al parque temático Santa Claus Village, que visitáramos ayer fugazmente.

Hay un sinfín de actividades para realizar, tanto en invierno como en verano, es un lugar dónde pasan las horas sin que te des cuenta!

Si entran al sitio web del Santa Claus Village  verán que no exagero y que es un parque temático muy completo.

Cuenta con un alojamiento dentro del predio y todo está pensado para que disfruten los niños de la magia navideña.

Comentan que las incursiones por el bosque congelado en moto de nieve o trineo buscando a Papá Noel, son inolvidables.

Uno de los edificios más concurridos del complejo es el que alberga a la oficina postal, dónde eliges la tarjeta o papel que más te guste, escribís el mensaje, la pones en un sobre temático y la despachas.

El destinatario tendrá en sus manos un souvenir muy original, con el sello del Santa Park.

Cuántos mensajes emotivos se estarán escribiendo en este momento…

Y nos cruzamos al edificio dónde está Papá Noel! para llegar hasta él hay que acceder por esta puerta, mientras esperás que llegue turno se acercan a preguntar cuál es tu país de origen, cuándo te recibe Santa Claus intercambiás unas palabras en inglés sobre tu país que le habrán apuntado las secretarias y te sentás a su lado para la foto.

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No hay obligación de comprarlas, uno puede pasar a hacerlas y verlas por las pantallas que hay en el complejo durante ese día,  pero como somos niños a pesar de nuestra edad no resistimos la tentación y adquirimos las imágenes y el video de la charla con Papá Noel. Algunos opinan que es comercio puro y obvio que así es, porque no van a montar semejante estructura sin fines de lucro.

Después de estos nos despedimos una vez más del Santa Claus Village preguntándonos si habrá un tercer viaje a éste destino tan especial para nosotros.

Rovaniemi

Quisimos alojarnos en el centro, en el mismo hotel que estuvimos en el 2012, a esta altura del recorrido no hay duda que es el viaje dónde el antes y el después o el verano y el invierno, se interponen a cada momento en nuestros pensamientos.

Tampoco quedan dudas que nos encanta cambiar de hotel todas las noches, para nosotros el alojamiento es una atracción más del lugar que visitamos.

Ocupamos la habitación del Artic City Hotel y salimos a caminar por la ciudad.

Está ubicado a pocos metros de esta emblemática Lordi’s Square, lugar que es enfocado por una webcam en vivo y me permite verla desde mi pueblo recordando los lindos momentos vividos en ese ciudad.

Fuimos a centros comerciales, observamos que los precios de ropa y demás son los mismos que en el resto de Europa, además hay promociones de prendas de abrigo y ropa térmica, gozando de un precio inferior al visto en otros países en viajes anteriores.

Como era de esperar el blanco estaba presente en todas partes de la cuidad.

El río Kemi congelado y la escalinata hacia dónde están las embarcaciones en verano nos dejaron sin palabras.

Y si repetimos hotel, no sorprenderá que también fuimos a cenar al mismo restaurant que en el verano del 2012, sisi somos reiterativos, pero no siempre se tiene la suerte de volver a un lugar tan lejano y en contra estación.

Bien comidos salimos a caminar por las calles de la ciudad que a pesar que estábamos en marzo mantenían sus luces y arreglos navideños, para conservar la magia navideña que constituye la principal atracción de la ciudad.

Sintiendo el ruido de nuestras pisadas en la nieve olvidábamos el frío.

Nos llegamos hasta la Plaza Lordi para despedirnos de Rovaniemi y de sus -8°.

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