Luego del grandioso desayuno en el Bannatyne Hotel Darlington tomamos la autopista que nos llevaría al siguiente destino: Edimburgo … aún no tomábamos con naturalidad «conducir al revés» y nos seguía asombrando circular a «contramano».

Cómo el mar siempre nos atrae, elegimos transitar por la ruta más cercana al Mar del Norte.

Hicimos una parada en Burnmouth un encantador pueblo de pescadores cuyas casitas parecían miniaturas comparadas con el entorno

Cuándo entramos a las ciudades, trato a de ayudar a Gabriel con las indicaciones y por ello no tomo fotografías. Edimburgo merecía más de mi atención habitual por el modo de conducir, pero no mi alegría al ver las primeras edificaciones, pudo más y tomé algunas imágenes. Que emoción ver personalmente esas edificaciones características, que tantas veces me hacían soñar al observarlas en imágenes.

Llegamos a Edimburgo poco antes del mediodía del 18 de agosto de 2016 y nos fuimos a las 11 hs del día siguiente. Casi 24 hs en una ciudad que se merece mucho más tiempo, pero el precio de la hotelería en ese mes se dispara considerablemente con motivo del Festival de Edimburgo,  que no es nada más y nada menos que el conjunto de todos los festivales y eventos que llenan a la ciudad de vida durante los meses de verano.

Nos alojamos en el centro para no perder tiempo en traslados y el hotel elegido fue el Motel One Royal Edimburgh, reservado con meses de anticipación, porque a último momento todo está ocupado. Por supuesto que la tarifa no fue de 59 libras la single como anuncian en la ventana, prometo la review del hotel porque tuvimos un imprevisto:)

La ciudad estaba iluminada por un sol radiante y una multitud de turistas paseaban por la Royal Mille, ese conjunto es inmejorable para mí e hizo que amara a Edimburgo de inmediato. Una vez mi amigo Juano me dijo que sólo necesito: historia, sol y gente para enamorarme de un lugar, tiene toda la razón por supuesto!

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Si íbamos a estar en esa ciudad en agosto, no podíamos perdernos el Military Tattoo cuyas entradas se ponen a la venta en febrero decada año. Recién en abril pude definir el día que estaría alli y entrar a la web para hacer la adquisición, solamente quedaban disponibles las últimas 4 hileras de arriba. Elegí los asientos, pagué desde la web y me fueron enviadas las entradas por correo. Demás está decir que ya estaba emocionada al recibirlas.

Se arma una tribuna con forma de U, en el predio frente al castillo, por lo que el mismo pasa a ser el telón de fondo de uno de los espectáculos más soberbios que hoy por hoy se pueden ver. Cabe aclarar que no se suspende por mal tiempo, por suerte nos tocó una noche genial considerando esa latitud, había viento pero no lo sentíamos desde nuestra ubicación.

Se abren las puertas 15″ antes de la hora pautada, el comienzo es puntual, no podría ser de otra manera en ese país y además la función de esa noche sería filmada por la BBC.

Se preguntarán que es ese festival y porque hay tanta demanda por un espectáculo que se hace todos los días y con funciones dobles los fin de semana? Se trata de una serie de desfiles y shows musicales protagonizados por las Fuerzas Armadas Británicas, cada año invitan a   sumarse otros países, este año participaron las bandas de ejércitos de Estados Unidos, Jordania, Nepal, Noruega y Nueva Zelanda.

Una fantástica puesta en escena con hologramas sobre el castillo, complementa la coreografía que despliegan las bandas, la calidad de sonido es impactante. No sólo es música militar, este año hubo recreaciones de batallas de la Primera Guerra Mundial y la batalla de Jutlandia,  escenas de la Guerra de las Galaxias y El Señor de los Anillos.

No podían faltar parte de la historia escocesa, con sus típicas bandas de Highlanders y unas actuaciones de danza increíbles y otra parte divertida de música que todos conocemos. La delegación de Estados Unidos, era la misma que actuó el 9 de Julio en nuestro país variando algunos de los temas interpretados.

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Y como de esperar el cierre del espectáculo fue con todos los participantes en la pista y fuegos de artificio. Luego cantaron el himno tomándose de las manos, con los brazos cruzados sobre el cuerpo. A nosotros ni nos dejaron pensar y nos hicieron participar también:)

Nos retiramos emocionados y agradecidos por haber disfrutado de dos horas de espectáculo sin pausa alguna, con todo sincronizado a la perfeccción!

Recorrimos sin prisa los pocos metros que nos separaban de nuestro hotel, porque no teníamos apuro alguno en terminar la única noche en esta encantadora ciudad, a la que le prometo que algún día volveré!