En estos pueblos todos los que nacen son bautizados, todos toman la primera comunión, todos se confirman, se casan por iglesia, etct pero nadie sabe bien porque … es una tradición, digamos…
No fui la excepción a ello y mi vida también transcurrió así, hasta cuando mi hijo tenía 8 años (hoy tiene 25) y le detectaron un serio problema de salud, por lo que fue derivado a profesionales de Córdoba. En ese deambular de médicos, me aferré profundamente a Dios y como la ciencia no le encontró respuesta a su sanación, creo aún más, que fue un milagro de Dios a través del padre Mario Pantaleo.
Desde que se enfermó comencé a ir a misa casi todos los fines de semana y cuando no lo hago, me siento en “deuda” con Dios, es por eso que aunque esté de viaje trato de ir a misa. Por lo que conozco muchas iglesias y muchos sacerdotes, que por ser hombres como nosotros, hay buenos y malos, algunos te dan una paz tremenda en la ceremonia y otros (como el de mi pueblo) hacen que no logre concentrarme durante la homilía.
Cuando estoy en Bs.As. me gusta ir a alguna de las misas de “La Redonda”, en pleno corazón de Belgrano, porque esa iglesia tiene algo de particular: todos nos sentamos, en donde sea! Es que los que quedamos de pie, porque los bancos están ocupados, personas de todas las edades, nos sentamos en el par de escalones de los altares que bordean toda la iglesia o en los rincones que dejan las columnas redondas asentadas sobre un cubo. Eso hace no solo que estemos más cómodos, sino que disfrutemos más de la ceremonia ya que rompe esa frialdad que a veces reina en los templos.
Las primera vez que fui me asombré … pero veo que siempre es así, por lo que debe ser una agradable costumbre que tienen los fieles que concurren ahí. También me agrada, visitar a la salida de misa la feria de artesanos de la plaza que frente a ella, y porque no, tomar un rico helado en Persicco!
Si bien acabo de decir que soy una ferviente creyente, respeto la manera de actuar y de pensar de cada uno, y espero no haber molestado a nadie.
No por supuesto que no molestas a nadie, eres sumamente respetuosa. Tienes razón que muchos siguen las costumbres religiosas por tradición sin entender su significado, pero cuando pasas por un momento díficil la fé es lo único que te sostiene. Realmente lo de tu hijo es un milagro, un beso grande Elsa.
Betty!!
que cerquita que estuviste de mi «ex casa» de Buenos Aires, con cuanto gusto me hubiera encontrado con vos.
Esa iglesia es preciosa, cuando he ido a misa ahi fueron los domingos a la tardecita.
si volves por la zona, te recomiendo la iglesia la Avenida Monroe (creo que es la de Nuestra Señora de Lourdes) esta en una esquina, en Monroe pasando el 3000
Y siguiendo con el «tour religioso» (dicho con todo respeto y buen humor) en el barrio de Once esta la iglesia de San Expedito, que por fuera es una iglesia antigua, sin mayores detalles, pero por dentro tiene detalles preciosos. Yo fui el dia de San Expedito, y hacian bendiciones en la calle, y uno de los curas hablaba y sus palabras eran desde lo humano, cercanas a la gente, no desde la solemnidad, eso me dio mas alegria.
Coincido con ustedes, en un momento dificil, la fe te sostiene, y… claro, yo tambien creo en los milagros
Buena semana,
Tía Elsa: cuando recuerdo como «encontré» al Padre Mario, más me convenzo que fui guiada por Dios.
Lauchi: tendré en cuenta los datos del tour jajaj
que bueno sería encontrarme con vos! no perdamos la esperanza!
Betty:
Ojalá pudiera tener un poco de tu fe, aunque tengo la mía y a mi manera. No adhiero a los rituales, pero respeto profundamente a quienes encuentran paz y son mejores personas por eso.
XX
Archie: como dije en el post, todas las posturas son respetables! lo importante es que uno sea feliz con sus creencias.
En la Redonda se casaron mis viejos! que lindos recuerdos! Yo en Buenos Aires, iba mucho a San Pantaleón y la virgen de Lourdes… ya le dije a mi marido que quiero ir a la gruta en Francia!
Andre: me alegra haberte traido gratos recuerdos! Convencé a tu marido que te lleve a Lourdes porque es muy lindo, no solo por la virgen sino por la zona en donde está, a nosotros nos emocionó muchísimo.
A mi me gusta ir a las iglesias a ver la arquitectura y el arte. CAda uno cree en lo que quiere mientras que no trate de imponerse al otro, no? yo soy atea (aunque pase por mi bautismo, comunion y mitad de la confirmacion) pero respeto lo que cada cual quiera creer. Esa es la historia… cada uno con su consciencia.
mira, yo no soy creyente, pero justo nombraste lugares a los que solia ir, a la Feria de aRtesanos, a la placita de al lado de la Redonda con Tadeo y a Persicco. Uyyyyyyy que morriñas. bess.
qué lindo está tu blog! hacía rato que no pasaba… con todos mis quilombetes de mudanzas y traslados! Me encantan las fotos y cómo describís tu fe y este lugar. Yo, la verdad, es que me hice bastante atea en estos últimos tiempos, aunque hasta los 16 años más o menos era súper creyente… y practicante. Ahora, últimamente, me estoy aferrando a la fe. No sé bien a qué. Pero a la fe. Y creo que Dios existe, algo superior, aunque estoy muy desilusionada de la Iglesia… en fin… son las eternas peleas con mi madre.
Ah, pero a Emilio lo bautizamos. Qué sé yo. Vió usté comoé la juventú di hoy!
Un beso grande!