El 9 de julio de 1999, será una fecha que nunca olvidaré porque daba comienzo el último gran viaje que haría con «mis nenes», que en ese entonces tenían 16 y 12 años.
El destino era Cusco, pasando por Bolivia, con nuestro auto, un Vectra diesel mod 1996.
En esa época los vuelos no eran accesibles como son ahora, recuerdo que el costo total del viaje, fué el equivalente a UN paquete turístico. O sea que viajamos los 4 con el costo de 1.
Preparativos
En ese tiempo no existía el GPS, ni Google Maps y sólo hacía pocos meses que había llegado internet al pueblo. Tampoco podías comprar un mapa de Bolivia en un kiosko o estación de servicio…
Fui a una oficina del Automóvil Club Argentino en Buenos Aires., me prestaron para que fotocopie un mapa de Bolivia, confeccionado por los militares de ese país, que obviamente era más difícil de entender que un jeroglífico.
Digo prestaron porque era el único que tenían! confiaron en que lo devolvería luego de fotocopiarlo y por supuesto que eso hice.
Para planificarlo me fue de mucha ayuda la red, entraba a los sitios web de diarios peruanos y en especial a los suplementos de viaje.
Así llegué a Andares e imprimí varios de los recorridos sugeridos, pero nada se adaptaba a lo que pensaba hacer, le escribí un mail al director de la sección, me contestó, seguimos en contacto varios años y en el 2008 lo conocimos personalmente.
El automovilismo es mi otra pasión y por la TV veíamos varios programas conducidos por el peruano Jorge Koechlin y me animé a escribirle, comentando nuestras intenciones y respondió con sus sugerencias.
Los mails impresos y las guías, más las notas personales, están guardadas en una carpeta, con las hojas amarillentas, porque que lleva más de 30 años en mi poder.
Solo lamento no tener fotos para publicar, pero en ese viaje usaba una filmadora y si bien mi hijo tomó imágenes con su cámara no sé dónde están.
Recorrido
En total hicimos 6.770 kms, en 16 noches y utilizando 13 hoteles.
Cambiamos de hotel casi todas las noches, pero para mí eso nunca fue un problema, ya que tenía organizado en el amplio baúl un bolso para cada uno de nosotros, donde había rollos de una muda de ropa completa, no olvidemos que era pleno invierno.
Tomaba 1 de cada bolso, las colocaba en otro bolso donde estaba el neceser con lo de perfumería y listo. A mitad del viaje tuve que recurrir a un lavadero por supuesto.
Estas fueron las etapas:
09-07 La Quiaca (Argentina)
Salimos temprano, paramos a almorzar en Termas de Río Hondo.
Un par de años atrás tuvimos malas experiencias con la altura en San Antonio de los Cobres, en esta oportunidad no sucedió porque compramos hojas de coca y el único «afectado» después de Humahuaca fue nuestro auto.
Soportamos un frío tremendo en La Quiaca!!
10-07 La Quiaca-Potosí (Bolivia)
Cuánto le costó arrancar a nuestro auto! el frío y al altitud no fueron una buena combinación, pero partimos hacia Bolivia.
Elegimos esta época porque en Bolivia había muy pocos puentes y debíamos pasar por el lecho de los ríos, cosa que en temporada de lluvias no se puede realizar.
Sin embargo en un cruce nos encontramos con agua y quedamos atrapados. Sabiamente Gabriel había llevado una soga, la ató al auto, puso al volante al menor (sabía conducir), le dió las indicaciones y nosotros tres tiramos de la soga hasta lograr salir.
Los polvorientos caminos de ese país, eran compensados con buenos hoteles a bajo precio.
11-07 Potosí-Sucre (Bolivia)
La primer actividad del día fue hacer una visita al interior de una mina en actividad, caminamos por los túneles, ascendíamos por escaleras de terror, pero los 4 la soportamos sin problema.
Debíamos apoyarnos en las paredes, cuándo venían los carros porque no había espacio suficiente, creo que hasta conteníamos la respiración por temor a que nos atropellen:)
Finalizó la visita detonando cartuchos de dinamita, que habíamos comprado en los puestos de afuera.
Llegamos a la señorial Sucre por una sinuosa carretera pero asfaltada!
12-07 Sucre-Cochabamba (Bolivia)
Otro tramo muy sinuoso… muchas horas como siempre…
Agradable ciudad Cochabamba, con sus recovas, amplias plazas y Mc Donalds para alegría de Gabriel y los chicos que estaban desesperados por comer un helado.
13-07 Cochabamba-La Paz (Bolivia)
Hay muchas palabras para definir los caminos, trabados y con piedras de Bolivia en ese entonces, pero prefiero decir que recién 50 kms antes de La Paz, Gabriel pudo ir unos kms. en 5ta. velocidad, siempre andábamos en marchas bajas, por la simple razón que no hay tramos rectos.
Llegamos a una caótica La Paz, dónde manifestaciones de estudiantes crucificados le daban un aspecto temeroso.
Veníamos de rutas complicadas, llegamos a una ciudad dónde todas las calles tienen pendiente y con tráfico congestionado… la exigencia que padecían frenos/embrague/caja de cambios venía siendo intensa.
14-07 La Paz-Copacabana ( en la orilla boliviana del Titicaca)
Como era de esperar solo nos quedamos una noche en La Paz, el plan de 2 noches se desestimó porque no nos sentimos a gusto y le encontramos problema a todo.
Pasamos por el museo de los Tiwanaku (de imperdible visita) y llegamos hasta la pacífica Copacabana, dónde no había agua corriente y la energía eléctrica se cortaba a las 22 hs.
El frío era tremendo, dormimos vestidos pero felices por la sencillez y buen trato de la gente, fue una decisión acertada dejar La Paz
15-07 Copacabana-Puno ( en la orilla peruana del Titicaca)
Cruzamos el Lago Titicaca ( el más alto del mundo) en una balsa individual que transmitía algo de inseguridad…
Subimos nuestro auto, se veía el agua entre los tablones… nosotros dábamos vuelta alrededor del auto, pero el menor ni se bajó!!
Llegamos a Puno, estábamos en Perú, un nuevo país se sumaba a la lista de visitados.
Había un ambiente festivo en los restaurants, pudimos conectarnos a internet y saludar a amigos, llegamos al primer mundo:)
16-07 Puno-Cuzco (Perú)
Hicimos un tour por el lago Titicaca para visitar la isla de Los Uros y conocer las costumbres de ese pueblo originario, que según decían vivían ahí.
Todo es muy comercial, están armadas las chozas con sus cocinas, muebles y enseres, pero ellos duermen en tierra firme y van a trabajar a las islas vendiendo sus productos artesanales y contando su historia.
Finalizamos la visita y partimos para Cusco,
Dónde la primer actividad fue comprar los boletos para el tren y luego ocupar el hotel.
17/18/19-07 Cusco (Perú)
Cuzco, es una ciudad que me impactó, ver las paredes construidas por los indígenas hasta la mitad y luego por los españoles, es increíble.
Además tiene magia… las estrellas brillan de una manera especial… en fin me cautivó y por eso nos quedamos tantas noches, hay muchísimo para ver y me encantaría volver a visitarla.
Las ruinas de Machu Pichu son imperdibles, pero más que por las construcciones en sí , por el lugar donde están emplazadas, es un lugar que transmite mucha paz y energía, podría decirse que uno va a ver una obra de los hombres y termina admirando a la naturaleza.
El recorrido del Valle Sagrado, es fabuloso, nos acompañó un niño guía, muy respetuoso y bien informado. Fue otra experiencia para nuestros hijos compartir el día con él.
Tuvimos la suerte de encontrarnos, en una de las poblaciones con una procesión muy típica y singular, ya que recibían la visita de la Virgen de Guadalupe, imagen que venía peregrinando desde México, por lo que quedamos asombrados viendo como bailaban con las imágenes a cuestas.
20-07 Cusco-Arequipa (Perú)
Pudimos extender la estadía en Cusco porque abortamos «obligados» el plan de continuar hasta Lima.
De casualidad nos encontramos con un militar peruano, casado con una argentina, se interesó por nuestro viaje y al comentarle la próxima etapa nos la prohibió, dijo que era peligroso, por ser rutas utilizadas por Sendero Luminoso.
Y cruzamos Los Andes, por un tortuoso camino de tierra y piedras, esta vez con destino a Arequipa, la ciudad blanca.
21-07 Arequipa-Arica (Chile)
En este día hubo una anécdota viajera que nos dejó un sabor amargo:
En el control fronterizo de Chile, nos hacen bajar del auto, suben a dos perros que olfatearon y pisaron todo lo que había arriba.
Mientras controlaban hoja por hoja nuestros pasaportes verificando que no fuesen falsos. Luego de varios minutos respondiendo las preguntas que nos hacían, nos dejaron continuar viaje. Nunca habíamos experimentado semejante maltrato.
Al llegar al hotel me preguntan si me sentía bien, les comenté lo acontecido, me sugirieron que vaya a una emisora radial y cuente la mala experiencia.
Por supuesto que no lo hice, porque dentro de dos días deberíamos cruzar hacia Argentina y temía que pudieran tomar represalias.
La ciudad nos encantó y en el hotel nos dieron una habitación con vista al mar, fue la primera vez que dormía escuchando el sonido de las olas, eso hizo que nos olvidáramos de lo experimentado.
22-07 Arica-Iquique (Chile)
Iquique, es otra hermosa ciudad a la que me gustaría volver para apreciar cuánto han cambiado.
Visitamos la zona franca y nos queríamos traer tooodo.
23-07 Iquique-San Pedro de Atacama (Chile)
Por segunda vez estuvimos en San Pedro de Atacama, un singular y encantador pueblo, realmente es muy típico y había mucho turismo extranjero que lo hacían más exótico aún.
24-07 San Pedro de Atacama-San Miguel de Tucumán (Argentina)
Ya estábamos en Argentina, nuevamente cruzamos Los Andes, en esta oportunidad lo hicimos por el paso de Susques, en el viaje anterior transitamos por Jama.
25-07 San Miguel de Tucumán-Casa (Argentina)
Realizamos los últimos kms que nos separaban de nuestro pueblo, contentos por el magnífico viaje, plagado de aventuras y anécdotas realizadas con nuestros hijos.
El día siguiente era un lunes, fuimos a trabajar y mis hijos al colegio, después de haber vivido unas intensas vacaciones de invierno.
¡Tremendo viaje!
Me recuerda el que hicimos mi esposa y yo saliendo de Caracas hasta la Paz por la carretera Panamericana, incluyendo el paso por alcabalas de guerrilleros en Colombia, muy simpáticos por cierto, y el saqueo que hicieron de nuestras posesiones(No los guerrilleros) al bajar en la frontera con Ecuador para presentar los pasaportes, muy confiados porque estaba lleno de policías, quienes parece que tenían su negocito aparte, nos dejaron solo con lo que teníamos encima, así que sin tenerlo previsto, nos fuimos a Quito, a un buen hotel al que llegamos justo a punto de terminarse la gasolina de nuestra Pick Up Chevrolet y sin dinero, fue lo único que se nos ocurrió hacer para sobrevivir a crédito, afortunadamente nos dejaron registrarnos en el hotel de 5 estrellas, carísimo, pero era la única manera de poder hacer todas las diligencias para recuperar nuestros cheques de viajeros y las tarjetas de crédito, así como el envío de dinero desde Caracas, pues después de mucho pensarlo y sacar muchas cuentas, decidimos continuar con el viaje.
Hoy en dia pienso lo inconscientes que nos hace la juventud, pero jamás se me olvidará ese viaje, estuve mucho tiempo sin contarlo mas que a amigos de confianza, nadie se lo hubiera creido, y menos, que regresáramos sanos y salvos, ni siquiera ahora lo volvería a realizar, aquello fue en los 70.
Perdona amiga por el rollo que he soltado, pero no podía parar de escribir…jajaja
Besos y salud
Nada que perdonar, sino todo lo contrario, me encanta leer tus anécdotas viajeras!
Me alegra que a pesar del mal momento, mantuvieron la calma y solucionaron los problemas para continuar el viaje.
Que tengas un buen fin de semana querido Genín!