En esta segunda y última parte del viaje, voy a referirme a la visita de Portugal, un nuevo país que hemos pisado.
Comienzo por Liboa:
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| En el Barrio Alto de Lisboa podemos asomarnos a uno de los mejores miradores de la ciudad. El mirador de San Pedro de Alcántara nos deja unas vistas estupendas de Lisboa, hacia los barrios de Baixa y Alfama y el Castillo de San Jorge al fondo, el inmenso Tajo a la derecha y la parte nueva de la ciudad, con las Avenidas, a la izquierda. |
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| Típicas veredas portuguesas de adoquines o “empedrado portugués», formando toda clase de dibujos. Se dice que el origen de ellas fué después del terremoto de 1755,. |
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| Habría sido para abaratar costos, que se decidió reutilizar los muros y piedras de los escombros de las construcciones venidas abajo tras la catástrofe y convertirlos en adoquines para asfaltar las aceras de las calles. |
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| La Rua Augusta es la principal calle peatonal de La Baixa en Lisboa, esta arteria une la Plaza de Rossio con la Plaza de Comercio, que está a orillas del Río Tajo |
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| Praça de Comércio con la Estatua de José I y Arco Triunfal de la Rua Augusta. Este arco celebra la reconstrucción de la ciudad tras el gran terremoto |
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| Elevador de Santa Justa, diseñado por un aprendiz del creador de la Torre Eiffel, por ello las semejanzas con dicha torre |
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| El histórico Tranvía 28, con él recorrimos la ciudad. |
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| Avenida de la Liberdade, en la zona céntrica de la ciudad, un paseo con muchos árboles y tranquilidad. En esta zona se encuentran los locales de las primeras marcas mundiales. |
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| Estación de trenes del Rossio, un bello edificio del centro de Lisboa, con puertas en forma de herradura |
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| Mi marido siempre come pastas, aunque no lo crean es una lasagna, acompañada con ensalada! |
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| La pizza es mi comida preferida! |
Despúes de Lisboa, partimos hacia el sur portugués, la zona del Algarve, que es como decir la costa atlántica argentina, por lo que no sabía en cuál ciudad reservar hotel, ya que como de costumbre, tengo que recompensar a mi marido con unos días de descanso en un lindo hotel, después de tantos kilómetros recorridos.
Gracias a los foros y a www.booking.com, quedé conforme con mi elección, encontré un buen hotel, en la tranquila ciudad de Lagos. Hicimos centro en ese lugar y nos desplazábamos a conocer los bellos sitios vecinos.
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| La ciudad costera de Lagos está situada al sudoeste de Portugal, es uno de los puntos más turísticos del Algarve. A pesar de tener una larga historia estampada en sus murallas, en su fuerte, en sus edificios, y en su gran puerto natural, desde donde partieron las grandes expediciones lusas alrededor del mundo, lo que más impresiona de Lagos es su ambiente bohemio. Fue Capital del Algarve hasta que el terremoto de 1755 la dejara semi destruída. |
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| callecita del centro histórico de Lagos |
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| Típica fachada portuguesa con azulejos |
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| Nuestro paraíso en el Algarve |
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| la preciosa playa frente a nuestro hotel |
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| El Cabo de San Vicente está ubicado en el extremo más occidental de Europa, en el extremo suroeste de Portugal, y es uno de los lugares más mágicos de este país para pasear por él, y disfrutar de sus playas y sus costas |
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| Vista desde lo alto de Ponta da Piedade es un lugar de belleza singular y aguas cristalinas. Es una de las formaciones naturales más bellas, que se encuentra en la región de Algarve |
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| Navegando hacia las grutas Ponta da Piedade se vé una sucesión de peñascos tallados verticalmente. Todas estas formaciones surgieron gracias a la actividad erosiva del agua. Siglos y siglos el agua modelaba varias formaciones, bahías, grutas y templos rocosos, que se levantan desde el mar hasta la altura de 20 metros. |
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| La excursión con el barco, que atraviesa varias grutas, pasa entre las rocas y a lo largo del recorrido vas viendo varias playas pequeñas, escondidas entre las rocas. |
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| vista de los peces, en las maravillosas aguas cristalinas |
Y llegó el día que debíamos volver a Madrid, para devolver el automóvil y tomar el vuelo de regreso. Teníamos previsto hacerlo por una ruta, pero a último momento preferimos dejar de ver la ciudad amurallada de Évora y regresar por Huelva e intentar encontrarnos con Genín, pero no pudimos contactarnos. Este cartel, indica dónde deberíamos haber bajado para ir a su ciudad.
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| Cerquita del «ranchito» de Genín, otra vez será! |
Hemos recorrido 3.980 kms, por rutas españolas y portuguesas, fue un viaje maravilloso, no sólo por lo que he conocido, sino por lo bien que me sentí.
Impecables fotos y ver esas pastas a ésta hhora mmmmm q rico!
Besito!
Por favor, veo ese letrero de salida y se me arruga el corazón, tan cerquita, creo que son desde ahí 16km, y ahora tan lejos…
Tan solo por una llamada que funcionara, pero en fin, cuando no puede ser, es que no estaba la cosa dispuesta por los dioses para ello, otra vez será, no pierdo las esperanzas, la vida da muchas vueltas.
Tu reportaje precioso, las fotos fabulosas, muy completo.
Hace años que no voy a Portugal, hubo un tiempo, antes del Euro, que merecía la pena pasar el verano en Portugal porque todo era mucho mas barato que aquí, y el Algarve es muy parecido a donde yo vivo, Atlántico también, claro, así que íbamos con frecuencia. En Lisboa está el restaurante «O Caseiro» que hace los mejores besugos al horno del mundo…
¡Que tiempos aquellos!
No sabes cuanto siento que no nos encontráramos, snif, snif…
Besitos y salud
Mili: Ya comiste las pastas? jaja
Genín: en el 2005 pasé a 60 kms. de tu casa, pero no te avisé porque aún no te «conocía», ahora a 16 kms… espero que haya una tercera oportunidad y que sea la vencida!!!
Que bueno que te traje lindos recuerdos de Portugal!
Ya lo creo Betty que fue un viaje maravilloso y me encanta tu modo de viajar, sin rigidez ni agencias, es sin duda la mejor manera de disfrutar. Me encantó Portugal y sobre todo el destino final. Besos tía Elsa.